el otoño es bonito en shirakawa-go, sí, pero el final del verano no se queda corto tampoco. yo no estoy segura, pero según fernán la clave para disfrutar de este enclave al máximo es dormir allí y levantarse con las primeras luces del día, antes de que lleguen las hordas de autobuses y turistas. a pesar de la pereza y de las legañas, os tengo que confesar que al final me gustó la idea porque ver el sol filtrarse a través de la montaña rasgando las brumas e ir despertando poco a poco las diferentes partes del pueblo es una forma genial de recibir al día con una buena sonrisa :)
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y según el sol va ascendiendo en el cielo, la vida empieza a volver al pueblo. la somnolescencia desaparece y las rutinas vuelven poco a poco a tomar las riendas. a fin de cuentas, no es más que un pueblo perdido en las montañas, donde los ancianos cultivan sus campos, el agua no deja de correr por las calles, y por fin se encuentra esa sensación del japón más auténtico, el menos falseado por la modernidad consumista de tokyo...
así que un día en shirakawa-go también tiene varias estaciones, como ya os contábamos en otros posts. no sé si son cuatro o cuántas son en este caso, pero el caso es que se pueden apreciar...aunque aquí no haya toriis que van mutando a lo largo del día, simplemente el seguir los juegos de la luz puede ser un auténtico entretenimiento....
1 comments:
Es precioso... qué pena no haberlo visto cuando estuve allí
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