rápidamente la megafonía del barco anunció que tenían que modificar la trayectoria debido a la llamada de socorro de otro barco (lo anunció claro pidiendo perdón en reiteradas ocasiones por los retrasos que esto ocasionaría, que para eso japón es japón). así que según nos íbamos acercando veíamos con más nitidez lo que causaba la cortina de humo, que no era otra cosa que un barco ardiendo....además, se podía ver la balsa hinchable que los tripulantes del barco habían podido flotar, afortunadamente.
en pocos minutos nos habíamos acercado a la balsa, que desprendía un extraño líquido verdoso suponemos que para marcar el terreno...y a los pocos minutos también divisamos un avión de seguridad marítima y rescate que se había desplazado a toda velocidad al lugar del incendio.
al avión se le fueron uniendo progresivamente barcos que venían de todas las direcciones siguiendo la llamada de socorro....y así comenzó el rescate....ante la mirada atenta aderezada con gritos de ánimo y aplausos de los tripulantes de nuestro barco, los desafortunados -pero a la vez afortunados- tripulantes del barco incendiado fueron subiendo como podían, agarrándose a escaleras de cuerda que les lanzaban como si les fuera la vida en ello...y es que la vida a veces te la juega bien jugada, pero dejándote un resquicio para respirar.

poco a poco fueron subiendo todos - hay quien diría que gracias a dios, nosotros casi preferimos pensar en que gracias a los sistemas de alerta y a la tecnología japonesa - mientras el barco seguía deshaciéndose (lo estuvo haciendo durante horas), el mar jugaba a imitar a los expresionistas franceses, y la pantalla de ruta daba fé de la buena acción hecha....