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martes, 19 de abril de 2011

cuatro estaciones en veinticuatro horas en miyajima (宮島町)

yo, nikon, la ama de esta casa que es la vuestra, he decidido que ya era hora de poner un poco de paz en este blog. de relax. que el último mes y pico ha sido un no parar, chica. y esta semana igual, que si mirando a la encuesta a ver cómo termina (en serio todavía no has votado :) ?), que si hablando con cinco abogados, que si leyéndonos la ley sinde, que si tal que si cual. así que relax. que digo yo que, por muchas cosas que pasen, a una le acaba tirando el instinto, no? así que os voy a contar el viaje que nos hicimos hace unas semanas a miyajima (宮島町).

miyajima es una islita...no, mentira, no es una islita. ni siquiera es una ciudad. miyajima era hasta 2005 una ciudad de la isla de itsukushima (厳島), muy cerquita de hiroshima. pero en 2005 se unieron a la ciudad de hatsukaichi (廿日市市) y desde entonces miyajima no existe....aunque todo el mundo llame miyajima a la isla de itsukushima.


en miyajima todo el mundo sabe a qué hora será marea alta o marea baja. cuando llegas al ryokan te dan un papelito con los horarios de las mareas. si eres de esos viajeros que se dejan llevar un poco por el instinto del ahora dónde? sin duda te sorprenderá. y puede que tal vez llegase a asombrarte, como pasa tantas veces en japón, cuando sepas que se debe al templo sintoísta de itsukushima.

cuando la marea está baja es un templo sobre tierra hasta el que puedes andar y ponerte debajo tranquilamente. majestuoso. de esos sitios en los que te puedes quedar un tiempo largo simplemente mirando...y, si se da el momento, reflexionando.

*1*




pero claro, el día sigue a lo suyo y decide llegar hasta el atardecer. y poco a poco, el torii, que se construyó en el mar porque el sintoísmo consideraba tan sagrada a la isla y sus montañas que no permitía entrar a nadie y de ahí que se buscase ese punto intermedio entre mar e isla, entre lo sagrado y lo profano; va cobrando todo su hechizo.

*2*




y entonces llega una nueva estación, que hace que al torii le salgan unas tímidas raíces que parece que lo aferran al suelo...y aquí sí que simplemente hay que dejarse llevar....

*3*


y la noche se despide pero el agua se queda...y aparecen diversas especies, como los ciervos, que ya habéis visto en nara, y otras especies, estas con cámaras y pelo largo pero también típicas de este país. pero quizá en la foto se cuele una especie no autóctona (a la que es fácil identificar por su rubiez, no muy habitual en japón) y que tiene mucha culpa, quizá la mayor de las culpas, de que este blog exista. y a la que, y yo lo sé de buena fuente, fernán la manda un beso.

*4*




en el próximo post contaremos cómo ha terminado la encuesta (milgracias a todos, habéis sido mogollón!) y cómo vamos a seguir a partir de ahora...aunque la cosa ya se vislumbra clara y meridiana :)


en fin, que gracias.
*

8 comments:

Cris M. dijo...

Fernán me manda un beso y un laísmo como ese torii de grande, y todo en la misma oración... ¿Qué he hecho yo para merecer ser tan afortunada? ;)

Luisa Arellano dijo...

Nikón, qué maravilla de fotos y de reportaje a pesar del laísmo :) (Cris, perdonales que ha sido un lapsus) ;)

¡Qué ganas me entran de ir a Japón, no importan los terremotos y radioactividades varias, es una pasada!

Me ha encantado el relax.

HarLe dijo...

Yo me quedé enamorada de Miyajima, lástima que sólo estuvimos allí un día y medio (hicimos una noche nada más), es un lugar precioso al que espero/amos volver algún día ^^ ♥

Un saludo :)

Fernán dijo...

querida cris m., ya sabes que los originarios de madrid tienen serios problemas con los laísmos...perdónale al pobre fernán, que lo ha hecho con toda su buena intención :)

iciar dijo...

Sigo este blog a raiz de seguir La petite Ninphea desde hace años y disfruto mucho leyéndolos. Sois geniales. Pero con este post me he animado por fin a comentar, ya que estuve de viaje de novios el noviembre pasado en Japón y Miyajima no faltó en nuestro recorrido. Recuerdo la sensación de emoción al ver su famoso torii cuando nos acercábamos en el ferry, la noche tan perfecta que pasamos en un riokan de ensueño (la mejor noche de todo el viaje) y todos los rincones que descubrimos en la isla. No tengo palabras para describir cuánto me llegó al corazón Japón y sus habitantes. Perdonad este comentario tan cursi pero es que me ha emocionado el post!
Muchos besos

iciar dijo...

Sigo este blog a raiz de seguir La petite Ninphea desde hace años y disfruto mucho leyéndolos. Sois geniales. Pero con este post me he animado por fin a comentar, ya que estuve de viaje de novios el noviembre pasado en Japón y Miyajima no faltó en nuestro recorrido. Recuerdo la sensación de emoción al ver su famoso torii cuando nos acercábamos en el ferry, la noche tan perfecta que pasamos en un riokan de ensueño (la mejor noche de todo el viaje) y todos los rincones que descubrimos en la isla. No tengo palabras para describir cuánto me llegó al corazón Japón y sus habitantes. Perdonad este comentario tan cursi pero es que me ha emocionado el post!
Muchos besos

HarLe dijo...

Yo me quedé enamorada de Miyajima, lástima que sólo estuvimos allí un día y medio (hicimos una noche nada más), es un lugar precioso al que espero/amos volver algún día ^^ ♥

Un saludo :)

iciar dijo...

Sigo este blog a raiz de seguir La petite Ninphea desde hace años y disfruto mucho leyéndolos. Sois geniales. Pero con este post me he animado por fin a comentar, ya que estuve de viaje de novios el noviembre pasado en Japón y Miyajima no faltó en nuestro recorrido. Recuerdo la sensación de emoción al ver su famoso torii cuando nos acercábamos en el ferry, la noche tan perfecta que pasamos en un riokan de ensueño (la mejor noche de todo el viaje) y todos los rincones que descubrimos en la isla. No tengo palabras para describir cuánto me llegó al corazón Japón y sus habitantes. Perdonad este comentario tan cursi pero es que me ha emocionado el post!
Muchos besos

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