lo triste es que en tokyo parece que hay dos tipos de españoles ahora: los que se fueron en la semana del terremoto-tsunami-radiación (que por un lado no parece una decisión del todo errónea) y los que se quedaron en la semana de la tranquilidad-esfuerzo-unidad (que por otro lado tampoco suena del todo mal). y como todo en españa o eres de uno o eres de otro, con esta bipolaridad que tanto nos gusta y caracteriza...
el caso es que en estas situaciones extremas no te queda otra alternativa que dejarte llevar por los instintos. y a cada uno el instinto le aúlla de forma diferente. los que nos fuimos tuvimos nuestras razones, y no siempre necesariamente en nuestra propia persona, y los que os quedásteis tuvisteis las vuestras, igual de respetables. y más cuando algunos de los que nos fuimos acabamos de volver con la energía más grande y con la intención de que no todo vuelva a ser como antes, sino mucho mejor. hay momentos en los que los españoles, el individualismo pleno, deberíamos aprender tanto de la máxima de lo colectivo del pueblo japonés....
en fin, que cada persona es un mundo...a tí te gusta el helado de fresa y a mí el de vainilla, tú no soportas los gatos y yo ronroneo, y siempre te gustó más el cantar de las montañas que las puestas de sol en la playa.....
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